30/3/16

Una psicóloga aconseja buscar ayuda desde el diagnóstico del Alzheimer para evitar el 'síndrome del cuidador' [30-3-16]


Una psicóloga aconseja buscar ayuda desde el diagnóstico del Alzheimer para evitar el 'síndrome del cuidador'
 
María Dolores López Cantarero, psicóloga y colaboradora de la Asociación de Familiares de Alzheimer 'La estrella' de Jaén, afirmó que llevar al paciente a una residencia provoca en el familiar un gran sentimiento de impotencia y la sensación de "haber tirado la toalla"

La psicóloga y colaboradora de la Asociación de Familiares de Alzheimer 'La estrella' de Jaén María Dolores López Cantarero advirtió el viernes de que el "síndrome del cuidador" se puede evitar buscando ayuda desde el momento en el que se diagnostica la enfermedad de Alzheimer, solicitando orientación y apoyo del exterior y reforzando la organización de la familia para que no recaiga toda la carga sobre una misma persona.
La psicóloga manifestó que las personas que se dedican en solitario a cuidar al enfermo sin buscar ayuda son las que suelen desarrollar el citado síntoma o desembocar en una depresión.

En esa línea, explicó que se trata de un "profundo desgaste físico y emocional", resultado de cuidar a un enfermo crónico, que suele aparecer cuando se produce un deterioro en el paciente que tiene a su cuidado, y que se da en aquellos que centran toda su atención en la persona con Alzheimer, olvidándose de los demás aspectos de su vida y, en ocasiones, incluso aislándose para dedicarse por completo a esa tarea.

Asimismo, indicó que el síndrome del cuidador se caracteriza porque la persona se vuelve "muy irritable" y presenta trastornos psicosomáticos, como dolores de cabeza o de espalda crónicos, fruto de un estrés acumulado que al final se manifiesta. "Es un cansancio continuo", detalló.

"En un principio --argumentó--, la noticia de la enfermedad produce un gran impacto en la familia, que en ocasiones no quiere reconocer la realidad, produciendo cierta desorientación en sus miembros pero, como el proceso aún no está muy avanzado y apenas tiene síntomas, no suelen buscar ayuda".

Además, en las fases iniciales el enfermo incluso puede vivir solo, pero cuando se agrava la situación requiere atenciones durante casi las 24 horas y "es entonces cuando surgen los problemas" porque el familiar tiene que resolver qué hacer con su trabajo o con el resto de sus responsabilidades, teniendo en cuenta que contratar a algún profesional requiere "una cantidad importante de dinero".

López Cantarero, que participó esta semana en el curso 'Envejecimiento cognitivo y enfermedad de Alzheimer' organizado por la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) en Baeza (Jaén), consideró que no se puede olvidar la figura del cuidador porque de él dependerá el bienestar del enfermo, y subrayó la importancia de que se lleve bien la situación porque le supone un coste emocional muy elevado el estar dedicado a alguien "que sabe que no tiene cura y que puede vivir muchos años".

Así, mostró que "igual que se habla de etapas en el enfermo también las hay en el cuidador" que, de forma paralela a esos estadios, va pasando por una serie de fases, desde el impacto que supone el diagnóstico de Alzheimer en un ser querido, al miedo a lo desconocido, la carencia de información y la desorientación de no saber dónde acudir, a lo que hay que añadir que la enfermedad va cambiando, por lo que el cuidador "se tiene que ir enfrentando a nuevas situaciones constantemente".

En ese sentido, la psicóloga insistió en que "si están bien cuidados, los enfermos están felices", aunque al principio sí son conscientes de la situación, pero una vez que ha avanzado la enfermedad pierden el sentido y no suelen sufrir, pero para el cuidador "es muy duro" porque se da cuenta de todo y sabe que progresivamente va a ir perdiendo a esa persona.

De otro lado, destacó que también puede aparecer el síndrome del cuidador una vez haya muerto el enfermo, puesto que el familiar ha dedicado tanto tiempo a su atención que, aunque sea una "muerte anunciada", la desaparición de esa persona supondrá un trauma y un vacío porque se queda con su tiempo libre y sin nada a lo que dedicarlo. "Si no lleva bien el proceso del duelo puede desembocar en una depresión", puntualizó.

Importancia de las asociaciones

María Dolores López Cantarero aseguró que las asociaciones son un recurso muy importante, en tanto que su "gran esfuerzo ha logrado muchos de los servicios sociales que se ofrecen hoy", como centros de estancia diurna o ayuda a domicilio.

Asimismo, cumplen una importante labor una vez que un familiar presenta el síndrome del cuidador, ofreciéndole terapia de grupo --aunque lo harán de forma individual si el estado es profundo-- en la que se trabajan las emociones y las habilidades de comunicación, además de técnicas de relajación.

"Se trata de una ayuda mutua entre estas personas --expresó-- para que aprendan los unos de los otros y puedan compartir sus vivencias con el fin de que se desahoguen y aprendan a sobrevivir a la enfermedad".

Las residencias

Por otra parte, la psicóloga señaló que la opción de las residencias se la plantean los familiares cuando, a nivel funcional, el enfermo "está mal, es decir, lleva vida del sillón a la cama" y no puede realizar sus tareas vitales por sí mismo, como ir al baño o comer.

Así, explicó que esta situación requiere unos cuidados "casi de enfermería", por lo que hay gente que se plantea llevar al enfermo a una residencia, pero es una decisión "muy difícil", puesto que supone "una gran impotencia y un sentimiento de culpa enorme". Además, para los familiares que llevan tiempo luchando por la enfermedad se les presenta esa opción como "tirar la toalla".

Por último, recomendó que una vez que el familiar se plantea esa idea, es preciso que se informe con tiempo y no lo haga de urgencia, sino que tenga un acercamiento con la residencia, con los cuidadores y con los servicios que ofrece, aunque también puede probar opciones intermedias como las unidades de centro de día, con las que "puede descansar porque se encargan varias horas del enfermo", finalizó.

No hay comentarios:

Publicar un comentario