29/7/08

Un antihistamínico en desuso puede ser útil en la enfermedad de Alzheimer *


Un antihistamínico en desuso puede ser útil en la enfermedad de Alzheimer 

Un antihistamínico utilizado por primera vez en Rusia hace más de 30 años y en desuso desde la introducción de fármacos novedosos más específicos puede ser útil en la enfermedad de Alzheimer (EA) leve a moderada.

En el American Academy of Neurology 60th Annual Meeting se presentó un estudio aleatorizado comparativo con placebo en 183 pacientes con EA en tratamiento con dimebolina que demostró que las personas que tomaban este fármaco experimentaron una mejora significativa de la función global, cognitiva, memoria, capacidad para realizar tareas cotidianas y comportamiento.

La investigadora del estudio Dra. Rachelle Doody, de la Facultad de Medicina Baylor de Houston (Estados Unidos) comentó a Medscape Neurology & Neurosurgery que "uno de los hallazgos más tranquilizadores o esperanzadores de este estudio observado hasta la fecha es que las diferencias entre el fármaco y el placebo no solo correspondían a un descenso en el grupo placebo. Las diferencias a los 6 meses [en los pacientes del grupo de tratamiento activo] eran estadísticamente significativas en todos los parámetros del estudio, lo que indica que los pacientes que tomaban este fármaco estaban realmente mejor a los 6 meses".

Mejora con el paso del tiempo

Este estudio multicéntrico comprendía 183 pacientes con EA de 11 lugares de Rusia. Los participantes en el estudio tenían al inicio una media de edad de 68 años y una puntuación MMSE (Mini-Mental State Examination) media de 18.

Los pacientes fueron aleatorizados a recibir el fármaco o un placebo. Los criterios principales de valoración del estudio eran la mejora respecto al inicio del estudio en la puntuación ADAS-COG (Alzheimer's Disease Assessment Scale-cognitive), CIBIC-plus (Clinician's Interview-Based Impression of Change-plus), MMSE, ADCS-ADL (Alzheimer's Disease Cooperative Study Activities of Daily Living) y el NPI (Neuropsychiatric Inventory). Además, los investigadores evaluaron el tiempo de cuidado utilizando la prueba RUD-lite (Resource Utilization in Dementia). .

La Dra. Doody comentó que el estudio fue diseñado inicialmente para ser un estudio de prueba preliminar de eficacia de seis meses de duración. Sin embargo, se modificó su diseño y los participantes tuvieron la oportunidad de continuar en un estudio con ocultación prorrogado seis meses. El 86% de los participantes aproximadamente optó por continuar los seis meses adicionales.

Pasados los seis meses, hubo una mejora estadísticamente significativa en los cinco criterios de valoración en los participantes que tomaron la dimebolina frente a los del grupo placebo, y esta mejora se mantenía al año.

Para la Dra. Doody "los resultados a un año demostraron que en los pacientes que tomaban el fármaco todos los criterios de valoración estaban igual o habían mejorado respecto al inicio del estudio y en los que tomaban placebo habían empeorado en distinto grado. Estas diferencias entre el fármaco y el placebo fueron aumentando con el paso tiempo".

Mecanismo incierto

La diferencia a los 6 meses en las puntuaciones ADAS-COG entre los grupos de placebo y de fármaco era aproximadamente de 4 puntos respecto al inicio. En general, alrededor del 80% de los pacientes del grupo de tratamiento estaban igual o habían mejorado frente al 60% del grupo placebo.

Además, como consecuencia de estas mejoras, los cuidadores pasaron menos tiempo (alrededor de 1 hora menos al día) ayudando a los pacientes en sus actividades cotidianas como comer, aseo personal, usar el teléfono, conversar, preparar la comida, viajar, recordar citas, leer y usar los electrodomésticos. El tiempo empleado por el cuidador aumentó en el grupo placebo.

Se desconoce el mecanismo de acción del fármaco. Los investigadores han estudiado sus propiedades como inhibidor de la colinesterasa y como agonista NMDA, y encontraron que ambas son débiles. Según la Dra. Moody, los únicos hallazgos publicados sugieren que la dimebolina puede tener un efecto estabilizador o protector mitocondrial que podría ser más importante que cualquiera de sus otras acciones.

Los resultados del presente estudio son alentadores y por esta razón está a punto de comenzar un estudio clínico de fase 3 con 251 pacientes. La Dra. Doody cree que si se confirman estos últimos hallazgos los médicos podrán ofrecer la dimebolina como otra opción terapéutica para la EA.

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