El paciente con Alzheimer
El Alzheimer es una enfermedad que afecta tanto al paciente como a quien lo cuida. El comportamiento del enfermo altera por completo la dinámica familiar, pues no sólo es atenderlo sino también aprender a manejar los cambios de humor. Cuando la enfermedad se encuentra en fase avanzada el comportamiento del enfermo cambia, pueden presentarse conflictos, y los trastornos del sueño, alimenticios y de higiene son habituales. De igual forma, el enfermo de Alzheimer sufre para comunicarse, por lo que es recomendable mantener determinadas actitudes que le ayudarán en las actividades cotidianas:
- Sea paciente, hágale saber que le escucha e intenta entenderlo.
- Muestre interés por su conversación.
- Bríndele seguridad con palabras, gestos o un abrazo.
- Procúrele el tiempo necesario para expresarse y pensar, sin interrumpirlo.
- Evite al máximo corregirlo. Cuando la enfermedad progresa, cada día se le dificultará más el habla.
- Dedíquele tiempo al día para conversar.
- Invente un lenguaje sencillo para comunicarse, por ejemplo con las manos, los gestos. Hay que recordar que el paciente con Alzheimer tiene dificultad para comprender las cosas.
- Identifíquese antes de hablar, para evitar dificultades de reconocimiento.
- Diríjase al enfermo por su nombre, esto le ayudará a orientarse.
- Facilítele apuntes visuales, señalando o tocando los objetos.
- Y sobretodo, tratarlo con respeto y dignidad, evitando dirigirnos al paciente con un tono de superioridad.
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