14/5/15

Importante avance en la investigación del Alzheimer


Importante avance en la investigación del Alzheimer

Estudio de Mayo Clinic en miles de cerebros revela que la proteína tau conduce a la enfermedad de Alzheimer.

laprensagrafica.com

Después del examen posmortem de más de 3,600 cerebros, los investigadores de las sedes de Mayo Clinic en Jacksonville, Florida, y en Rochester, Minnesota, descubrieron que el avance de la proteína disfuncional tau conduce al deterioro cognitivo y a la pérdida de la memoria que se observa en la enfermedad de Alzheimer. El amiloide, otra proteína tóxica que es característica de la enfermedad de Alzheimer, se acumula a medida que avanza la demencia, pero no es el principal culpable de la afección, dicen los científicos, según Vidaysalud.com.

Los resultados publicados en la revista Brain ofrecen nueva y valiosa información con respecto al debate continuo y duradero sobre la contribución relativa del amiloide y de la proteína tau al desarrollo y avance de la disfunción cognitiva de la enfermedad de Alzheimer, comenta la autora principal, Dra. Melissa Murray, neurocientífica de Mayo Clinic en Jacksonville, Estados Unidos.

Los resultados también plantean que detener a la proteína tóxica tau debe ser el nuevo punto de enfoque del tratamiento de la enfermedad de Alzheimer, dicen los científicos. “La mayor parte del campo de investigación sobre la enfermedad de Alzheimer en los últimos 25 años realmente se ha enfocado sobre el amiloide”, explica la Dra. Murray. “Al principio, los pacientes en quienes se descubrían mutaciones o cambios en el gen del amiloide presentaban una patología grave de la enfermedad de Alzheimer, especialmente cuando los niveles de amiloide eran mayores. Las exploraciones por imágenes del cerebro realizadas en la última década mostraron que el amiloide se acumula a medida que la afección avanza, y por ello la mayoría de modelos de la enfermedad de Alzheimer se basaron en la toxicidad amiloide. La consecuencia de eso fue que la enfermedad de Alzheimer se tornó miope”.

No obstante, a través de medidas neuropatológicas, los científicos lograron estudiar simultáneamente la evolución del amiloide y de la proteína tau. “Es algo similar a observar los anillos de un árbol: al mirar un corte transversal, se puede identificar patrones, como el cambio estacional y la edad del árbol. El estudio de los cerebros en diferentes etapas de la enfermedad de Alzheimer brinda una perspectiva sobre la repercusión cognitiva de una amplia gama de amiloide y gravedad de la proteína tau, y gracias al recurso del banco cerebral de Mayo que está compuesto por miles de cerebros donados por las personas después de su fallecimiento, fue posible entender los cambios que ocurren con el transcurso del tiempo en la proteína tau y en el amiloide”, dice la Dra. Murray.

“La proteína tau puede compararse con las traviesas que estabilizan las rieles utilizadas por las células cerebrales para transportar alimento, mensajes y demás carga fundamental a través de las neuronas”, explica la Dra. Murray. “En la enfermedad de Alzheimer, los cambios en la proteína tau hacen perder estabilidad a las rieles de las neuronas del hipocampo, que es el centro de la memoria. Esa acumulación anómala de la proteína tau en las neuronas termina por conducir a la muerte de dichas células. La evidencia plantea que la anomalía de la proteína tau luego se difunde de una a otra célula, diseminando proteína pau patológica en la corteza cerebral. La corteza es la parte exterior del cerebro que participa en el pensamiento, la planificación, el comportamiento, lo que más adelante se refleja en cambios de los enfermos de Alzheimer”.

Por otro lado, el estudio reveló que a pesar de que la acumulación del amiloide guarde estrecha relación con el deterioro cognitivo, la relación entre el amiloide y la cognición desaparece al considerar la gravedad de la patología de la proteína tau, lo que indica que ésta es la que conduce a la enfermedad de Alzheimer.
 

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