28/7/16

Alimentos funcionales contra Alzheimer y trastornos cardiovasculares [28-7-16]


Alimentos funcionales contra Alzheimer y trastornos cardiovasculares
Si se reduce diariamente el colesterol se puede retardar la aparición de la enfermedad de Alzheimer, y quizás se pueda retardar tanto que al final no aparezca

La influencia de la dieta en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares es incuestionable. En EEUU se ha visto cómo una muy elevada tasa de obesidad ha dado lugar a una también muy alta incidencia de enfermedades cardiovasculares. En cambio, son más recientes y menos obvias las evidencias de su papel en el desarrollo de demencias. Se cree, por ejemplo, que la falta de algunos micronutrientes, como por ejemplo la vitamina E, podrían estar en relación con el desarrollo de Alzheimer. La vitamina B (folatos y vitamina B12 y B6) serían protectores. Pero no todos los micronutrientes serían protectores. Se cree que la alta afinidad de la proteína amiloide hacia los metales (hierro, aluminio y zinc) podría favorecer la formación de depósitos de beta-amiloide. El colesterol y el sobrepeso se consideran también factores de riesgo.

Un trabajo reciente en esa línea fue el realizado por un equipo de la Universidad de Logan (Utah, EEUU), que monitorizó durante 18 años a un grupo de 392 mujeres. De entre ellas, aquellas que desarrollaron Alzheimer a la edad de 80 y tantos, la gran mayoría había tenido sobrepeso a los 70 y tantos. Para establecer esa correlación, midieron el índice de masa corporal. Las mujeres que desarrollaron demencia tenían un índice de 28 de media, bordeando la obesidad (el índice normal es de entre 18,5 y 25). Con cada punto adicional en el índice de masa corporal, explican los investigadores en el trabajo, «se incrementa el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer en un 36%».

Se calcula que la demencia senil, cuya forma más habitual es la enfermedad de Alzheimer, afecta a 18 millones de personas en todo el mundo. No hay cura y la posibilidad de resultar afectado por Alzheimer se incrementa rápidamente con la edad. Por otro lado, la incidencia de las enfermedades cardiovasculares las ha llevado a ser la primera causa de mortalidad a nivel mundial, con más de 17 millones de muertes anuales, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). La misma organización alerta de la creciente obesidad y sobrepeso en todo el mundo: hasta 1.000 millones de personas con sobrepeso en 2005, cifra que, de seguir la tendencia, subirá a 1.500 millones en 2015.


DIETA MEDITERRÁNEA Y PRECAUCIÓN

La dieta mediterránea, con abundancia de fruta, vegetales, aceite de oliva y pescado, y poca carne y lácteos, podría reducir el riesgo de sufrir Alzheimer, según diversos trabajos. Se apunta que la dieta juega un papel en esta reducción, pero no está claro aún qué alimentos o sustancias resultarían claves. Se ha hablado de la importancia de los ácidos grasos del pescado azul, de las vitaminas E y B, de los antioxidantes...
Quizá no sea una sola cosa sino varias y un tipo de dieta. Eso es lo que se ha planteado Nikolaos Scarmeas, neurólogo de la Universidad de Columbia (Nueva York), que ha seguido la alimentación de más de 2.000 personas de Manhattan durante cuatro años. Todos los participantes del estudio de Scarmeas tenían unos 77 años. Cada 18 meses los participantes rellenaban un cuestionario sobre los alimentos que habían consumido y la frecuencia. En total, 262 de los participantes desarrollaron la enfermedad de Alzheimer.

El trabajo, que se ha publicado en la revista Annals of Neurology, revelaba que la tercera parte de los participantes que tenían una dieta más cercana a la mediterránea tenían entre un 40% menos riesgo de desarrollar Alzheimer que el resto. Para los autores, el resultado es una «pista» sobre los beneficios de la dieta mediterránea. Sin embargo, Nikolaos Scarmeas es cauto. «Es prematuro recomendar nada, ya que los hallazgos necesitan ser contrastados con otros estudios».
 

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