11/12/10

El Alzheimer

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El Alzheimer

Amelia Calot Escobar. La enfermedad o demencia de Alzheimer toma su nombre del Dr. Alois Alzheimer. Este, en 1906, observó a una mujer que padecía una rara enfermedad mental. Sus síntomas incluían pérdida de memoria, problemas de lenguaje y comportamiento impredecible. Al morir la mujer, el Dr. Alzheimer examinó su cerebro y descubrió varias masas anormales (actualmente llamadas placas amiloideas) y bultos retorcidos de fibras (actualmente llamados ovillos neurofibrilares). Estas dos junto con la pérdida de las conexiones entre las neuronas y el cerebro son las tres características principales de la enfermedad.

Este tipo de demencia afecta al 13% en personas en EEUU según la Alzheimer Association, (2007). En España hay aproximadamente medio millón de personas que sufren este proceso. Anatómicamente la enfermedad se caracteriza por una atrofia cerebral progresiva, bilateral y difusa. Según Williams JW (2010), entre los factores de riesgo principales que pueden desencadenar la enfermedad encontramos, la edad, la herencia (ya se conocen tres genes relacionados), algunos AINES (antiinflamatorios no esteroideos), la depresión, la Diabetes Mellitus, las hiperlipemias, los traumatismos cerebrales, la exposición a pesticidas y el tabaquismo activo. Así mismo, también hay algunos factores de protección como son la dieta mediterránea, el ácido fólico, las estatinas, poseer un nivel educativo elevado, la ingesta de alcohol de leve a moderada, mantenerse intelectualmente activo y el ejercicio físico de moderado a intenso. Esta enfermedad suele desarrollarse en tres fases:

La fase inicial puede durar unos dos años y en ella aparecen fallos en la memoria reciente, desinterés, humor deprimido, cambios en la personalidad, desorientación y falta de adaptación a situaciones nuevas. En esta fase es difícil de diagnosticarla.

La fase intermedia se desarrolla durante 3-5 años. En ella empeora la memoria afectando también a la memoria remota. Aparecen alteraciones del lenguaje, la escritura, la lectura, el cálculo y apraxia. Hay dificultad para realizar las actividades diarias como el aseo y para mantener relaciones sociales. Pueden aparecer síntomas psicóticos.

En la fase terminal (demencia grave) el enfermo es incapaz de andar, se inmoviliza, se hace incontinente y no puede ejecutar ninguna actividad de la vida diaria. El lenguaje se hace ininteligible o presenta mutismo. A veces se produce disfagia y hay riesgos de neumonías, deshidratación, malnutrición y úlceras por presión. Los enfermos pueden permanecer en cama y suelen fallecer por una neumonía u otra infección intercurrente.

Para el diagnóstico es muy útil el miniexamen del estado mental (MMSE) que es un test rápido, de fácil interpretación y validado en español, con el que se evalúan aspectos de la esfera cognitiva como memoria, orientación, lenguaje, habilidades o atención (Folstein MF, 1975).

Otras pruebas importantes para el diagnóstico son un análisis de sangre completo y la Resonancia Magnética Nuclear (RNM) cerebral que es muy útil para el diagnóstico precoz, ya que detecta cambios vasculares y permite excluir otras patologías cerebrales. Para el tratamiento se utilizan fármacos anticolinérgicos que estabilizan o retrasan la progresión de la enfermedad. Entre estos los más utlizados para síntomas de leves a moderados son los llamados Aricept (donepezil), Exelon (rivastigmine), y Reminyl (galantamine) y para síntomas de moderados a severos son Axura o Ebixa®(memantine).

Hay otros medicamentos utilizados dependiendo de los síntomas que presente el paciente como son estrógenos, antiinflamatorios potentes, antioxidantes, antipsicóticos, antidepresivos, antiepilépticos, etc.

Hoy en día se está trabajando en una vacuna para prevenir la enfermedad. Aunque aún está en fase experimental se cree que se podrá ensayar durante 2011 y 2012.

Hay otras medidas terapéuticas importantes como son la estimulación de las funciones cognitivas superiores, el entrenamiento en las actividades básicas de la vida diaria y la estimulación psicomotriz. Todo esto se realiza en los llamados centros de día.

AFAL Contigo es la Asociación Nacional para las Familias con Alzhéimer. Dedica desde 1989 sus esfuerzos a la información, formación, apoyo y representación del colectivo español de familiares y afectados. Programa anualmente actividades como cursos, talleres, congresos, etc.

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